martes, 1 de noviembre de 2016

Escribir bien, corregir mejor.

Escribe en la justa medida

En el pasado artículo hablamos del exceso de adjetivos usados por algunos escritores. Ahora bien, sólo sobran los adjetivos superfluos. Existen muchas clases de adjetivos, y los gramaticalistas los han clasificado. Sin embargo no es de gran ayuda conocer la clasificación para quienes queremos escribir. Lo que sí quiero aclarar es que no se trata de declarar la guerra a los adjetivos, sino sólo a aquellos que son superfluos, que no añaden gran cosa al texto. Pero hay adjetivos que son necesarios. Por ejemplo: "Expresión escrita", "escrita" es un adjetivo, su empleo es necesario para distinguirlo de la expresión "hablada". Los buenos escritores condensan al máximo sus textos, podando lo más posible sus escritos.

Pero eso no quiere decir que vamos a omitir por completo los adjetivos, claro que no; lo que se condena es el abuso y no el uso. Incluso no tengas miedo de eliminar los adjetivos de tu prosa cuando éstos no agregan nada nuevo a la belleza, claridad y elegancia de lo que deseas expresar. Algunos escritores piensan que entre más adjetivos, más expresan su forma de sentir. Eso es sólo una ilusión de la mente, eso no es así. Se puede expresar los sentimientos perfectamente sin necesidad de adornar en exceso las frases. Si lo hicieras, si adornaras demasiado, tu escrito se parecería a esas casas con muchas figurillas sobre los muebles, muy romántico pero sobrecargado.Quiero repetir y hacer hincapié en que sí es lícito el uso de adjetivos expresivos, pero cuando los emplees, que no sean los mismos de siempre, pero que tampoco rallen en lo más extraño. Encuentra un término medio.

Otro tipo de palabras que se deben eliminar son las muletillas. Las muletillas son esas palabritas que a veces se repiten indiscriminadamente cuando se habla y, son con la intención inconsciente de dar tiempo al cerebro de tomar el hilo de la conversación, así como la concentración. Éstas palabras o frases pueden ser tales como: He, este, am, bien, naturalmente, verdad, evidentemente, por supuesto que, entiéndeme, desde luego, y bueno, etc. Éstas palabras y frases que podrían ser disculpables en la expresión hablada, no lo son en la expresión escrita. Por eso procura quitar de tus frases escritas, todo lo que no signifique algo en concreto, como por ejemplo: En efecto, realmente, ahora lo voy a explicar, hablando en propiedad, etc.  Cuando muchos escritores aconsejan escribir como se habla, no se refieren a escribir descuidadamente. "Escribo como hablo -decía un escritor clásico- ; sólo tengo cuidado de usar los vocablos que signifiquen bien lo que quiero decir, y dígolo cuanto más llanamente me es posible porque, a mi parecer, en ninguna lengua está bien la afectación".

En el próximo artículo veremos otros detalles más, para que nuestra escritura sea óptima.

Porque... Si de escribir se trata... no debemos agotar recursos para eliminar lo que sobra.

 ¿Te gustó, no te gustó? Déjame tu comentario. Me será de mucha utilidad par a mejorar y saber que tipo de temas te interesan con respecto a la escritura.

 

 

 


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