viernes, 28 de octubre de 2016

Escribir sin omitir

Escribir en la justa medida

   Decía el escritor ruso Isaac E. Bábel: "La claridad y la fuerza del lenguaje no radican de ningún modo en el hecho de que no se pueda añadir nada más a la frase, sino en que ya no se pueda eliminar nada" Si meditamos en estas palabras y las ponemos en práctica veremos como ganaremos en claridad y atractivo. ¿Cómo haremos ésto? Lo primero que debemos hacer es revisar y eliminar todo lo sobrante de nuestro escrito, es decir, debemos adquirir la costumbre de borrar todo lo que sea polvo y paja. La diferencia entre el buen escritor y el mal escritor es que el primero elimina todo lo que no sirve, mientras que el segundo se complace en abrumar a sus lectores con párrafos de longitud cruel.

  Un escritor solo debería escribir cuando tuviera algo que comunicar o enseñar a los demás, pero cuando nos referimos a la necesidad de quitar las palabras inútiles, tampoco nos referimos a borrarlas todas. Mucha gente dice que una imagen vale más que mil palabras, pero ésta idea hay que expresarla con palabras, ¿Cuáles son éstas palabras que debemos eliminar entonces? Las primeras palabras que casi siempre sobran son lo adjetivos, que como recuerdas son los que expresan la cualidad del nombre. Por ejemplo: Un elefante grande, un rascacielos alto, una madre querida.

   Quienes no saben escribir piensan que el empleo de muchos adjetivos refuerzan la idea, pero el resultado es totalmente opuesto: usar adjetivos de manera innecesaria, agobia el texto. Analizaremos un escrito que ejemplifica como un texto con pocos adjetivos es más elegante.

                                                 Mal

   "Si a la caída de una tarde melancólica, sentís en el dormido valle un eco vago que se pierde a lo lejos, y que no es el canto de las felices aves, ni el suave murmullo de las fuentes cristalinas, arrodillaos: es el dulce aleteo de la cálida oración que por vosotros eleva vuestra querida madre..."

   Este ejemplo pertenece a un escritor, que como tantos de tiempos antiguos, abusan de los adjetivos. Si el autor hubiera eliminado todos éstos, la frase aparecería mucho mas moderna. ¿Pero porqué decimos que los adjetivos sobran? Alguna vez escuchaste un murmullo ruidoso? No. Por lo tanto se sobre entiende que un murmullo es suave. de modo que está demás y debemos eliminarla. En la inmensa mayoría de los caso, una madre es querida, por lo tanto solo deberíamos poner un adjetivo si tuvieramos que explicar una cosa diferente. Entonces, idealmente el texto debería ser así:

                                               Bien

   "Si a la caída de la tarde sienten en el valle un eco que se pierde a lo lejos, y que no es el canto de las aves ni el murmullo de las fuentes, arrodillaos: es el aleteo de la oración que por ustedes eleva su madre"

   En el próximo artículo veremos cuales son los adjetivos necesarios

   Porque... Si de escribir se trata...debemos saber que eliminar y que no.



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